Las comunidades energéticas son entidades jurídicas formadas por socios que generan y consumen su propia energía, y tienen un papel crucial en la transición hacia un modelo energético más sostenible.
Los pilares fundamentales que caracterizan a una comunidad energética son los siguientes:
Estas características aseguran que las comunidades energéticas no solo sean sostenibles desde el punto de vista ambiental, sino también social y económicamente.
Existen características adicionales que pueden ser importantes para ayudar a fortalecer y expandir el impacto positivo de una comunidad energética, como son:
- La Transparencia
- La Educación y concienciación
- La Resiliencia
- La Flexibilidad y Adaptabilidad
- La Autonomía e Independencia
- La Innovación Tecnológica
- La Colaboración y Redes.
- El Impacto Social, Ambiental y Económico Local