La clave básica y genérica del funcionamiento óptimo de las Comunidades Energéticas es la tecnología, ya que con un hardware y un software inteligente se proporciona trazabilidad y transparencia para que los usuarios gestionen su propia energía.
Siempre hay que tener en cuenta que los recursos para producir energía son nuestros y están en el entorno de cada municipio, pudiendo así aprovecharlos en la Comunidad.
Para poner en marcha y consolidar una Comunidad Energética, se requiere una combinación de recursos tanto materiales como humanos.
RECURSOS MATERIALES:
INFRAESTRUCTURAS:
Instalaciones de generación: Adquirir e instalar paneles solares, aerogeneradores u otros sistemas de generación de energía renovable.
Instalaciones de generación: Construir o adaptar las redes eléctricas para conectar los puntos de generación y consumo.
TECNOLOGÍA:
Plataformas de gestión energética: Utilizar software especializado para monitorizar y optimizar el consumo de energía.
Sensores y medidores inteligentes: Instalar dispositivos para medir y controlar el consumo energético.
Herramientas de comunicación: Emplear plataformas digitales para facilitar la comunicación y la colaboración entre los miembros de la comunidad.
RECURSOS HUMANOS:
EXPERIENCIA TÉCNICA:
Ingenieros: Contratar o colaborar con profesionales especializados en energías renovables y eficiencia energética.
Técnicos: Contar con personal cualificado para la instalación y mantenimiento de los equipos.
GESTIÓN:
Coordinador: Designar una persona responsable de la gestión diaria de la comunidad.
Comité de gestión: Formar un equipo para tomar decisiones y resolver problemas.
PARTICIPACIÓN CIUDADANA:
Asambleas: Organizar reuniones periódicas para tomar decisiones de forma colectiva.
RECURSOS INTANGIBLES:
CONOCIMIENTO:
Formación: Organizar talleres y cursos para capacitar a los miembros de la comunidad en temas energéticos.
Información: Difundir información sobre las energías renovables, la eficiencia energética y las políticas energéticas.
COMPROMISO:
Valores compartidos: Fomentar un sentimiento de pertenencia y compromiso con los objetivos de la comunidad.
Participación activa: Animar a los miembros a participar en las actividades de la comunidad.
CLAVES PARA EL ÉXITO:
Planificación: Elaborar un plan detallado que incluya todos los aspectos de la comunidad energética.
Comunicación: Establecer canales de comunicación efectivos para mantener informados a los miembros de la comunidad.
Flexibilidad: Adaptarse a los cambios y desafíos que puedan surgir.
Sostenibilidad: Garantizar la sostenibilidad económica y ambiental de la comunidad a largo plazo.